Un informe de 111 páginas de Departamento de Investigación interno de la ciudad de Nueva York determinó que algunos policías utilizaron tácticas agresivas y violaron la libertad de expresión de los manifestantes que se echaron a la calle desde finales de mayo pasado, tras la muerte George Floyd, un hombre negro desarmado, a manos de la Policía en Minesota.
El informe critica al alcalde Bill de Blasio y al Departamento de Policía de Nueva York por no solo no reducir la tensión sino exacerbarla, así como por «no tener una estrategia clara para responder a protestas de gran escala», especialmente cuando la propia Policía es objeto de la queja.
«Algunos policías llevaron a cabo acciones que son, como mínimo, poco profesionales o, peor aún, un abuso de autoridad y de fuerza injustificada», como el uso de métodos de «control desordenado», que promueven el aumento de la tensión, indica el informe.
Más de 2.000 personas fueron arrestadas entre mayo y junio durante las protestas contra el racismo y la brutalidad policial en la ciudad.
Pese a que en su mayor parte las manifestaciones fueron pacíficas, el informe señala que los agentes no diferenciaron entre manifestantes pacíficos y actores que buscaban promover la violencia.
Las protestas dejaron imágenes que escandalizaron al país, como un coche patrulla cargando contra manifestantes pacíficos o agentes atacando a puños o usando técnicas de estrangulamiento contra personas que protestaban de manera pacífica.
«El Departamento (de Policía) cayó en varios errores y omisiones que seguramente escalaron la tensión y con seguridad contribuyeron tanto a la percepción como a la realidad de que el departamento estaba suprimiendo en lugar de facilitar el derecho de la primera enmienda de libre asamblea y expresión», añade el informe.
De Blasio se apresuró a reaccionar este viernes al devastador informe, pidió perdón y lamentó «no haberlo hecho mejor».
«Está claro que tenemos que hacer algo de manera diferente y lo tenemos que hacer mejor», añadió el regidor, que el próximo año abandonará la Alcaldía porque no puede repetir en el cargo y cuya hija fue detenida en las protestas.
Pese al tardío arrepentimiento, De Blasio defendió la actuación policial y al jefe de Policía de la ciudad, Dermot F. Shea, y consideró los incidentes como algo aislado.