Luz Casal

Ana González

Boimorto (A Coruña),  (EFE).- La cantante de Boimorto Luz Casal ha sido este sábado la gran protagonista de su festival, el Festival de la Luz, en una octava edición mágica que ha cosechado un amplio éxito de público en la jornada central de una cita que ha llenado por completo el recinto.

El esperado regreso a casa de Luz Casal después de siete años ha quedado inmortalizado con los primeros compases de «Que corra el aire», de su álbum homónimo, el tema escogido para abrir el concierto con una actitud enérgica y festiva.

Los espectadores se han dado cita pese al frío en este auditorio al aire libre para disfrutar, en un ambiente de absoluta complicidad, de los temas de su último disco, «Que corra el aire» (2018) con el que se ha echado a las carreteras hace un año y medio.

«Miénteme al oído», «Días prestados» y «Lucas», la historia real de la corta e intensa vida de un niño convertida en canción, siguieron al pistoletazo de salida marcando una norma: su voz resuena y el resto la escucha.

La banda acompañante, con Borja Montenegro y Jorge Fernández a las guitarras; Tino di Geraldo a la batería; Peter Oteo con su bajo y Baldo a cargo de un piano, teclados y el acordeón; supieron ser el abrigo de la emoción que demostraban sus palabras, sus gestos y sus notas en un directo magistral.

La solista gallega, ataviada de negro hasta los pies, comenzó con un abrigo negro de plumas, que lucía con elegancia, para quitárselo tras su tercera canción con garra rockera, a la vez que interactuaba con sus fans para agradecerles su lealtad.

«Una idea que parecía peregrina de montar un festival en el lugar en el que he nacido se ha convertido no solo en una realidad sino en algo espléndido», palabras que provocaron un estallido de aplausos y gritos entre sus seguidores más devotos.

Conocedora de su público, la combinación de amor y tristeza de sus letras ha llegado con fuerza a Boimorto de la mano de las canciones «Un nuevo día brillará», que ha teñido el lugar de rojo por medio de un efecto de luminotecnia, o «No me importa nada», una de las más esperadas, que la gallega ha dedicado solamente a las mujeres.

«Cuando la pena cae sobre mí, el mundo deja ya de existir» coreaba todo asistente al Escenario de la Luz cuando comenzaron los primeros compases del emblemático tema «Entre mis recuerdos», del disco más vendido de Luz Casal «Como la flor prometida» (1995).

No obstante, aplausos, bailes y gritos han destacado entre los espectadores al llegar con fuerza y vigor sus conocidas canciones «Besaré el suelo», «A cada paso», «Plantado en mi cabeza», «Loca» y «Rufino».

La intensidad del concierto ha dado todavía un paso más hacia adelante al encarar su recta final en la que ha sacado a relucir sus emotivas canciones «Piensa en mí», «Negra sombra» y «Te dejé marchar».

El concierto lleno de luz, que ha equilibrado a la perfección los temas más clásicos y los más recientes con su característico pop rock personal, terminó pasada la medianoche dejando sin palabras a gran parte de los asistentes, muchos de los cuales, tras ver a la anfitriona, optaron por retirarse.

Después del plato fuerte de esta edición, el Festival de la Luz continuó en el escenario principal con un concierto totalmente diferente, el de la banda de música electrónica originaria de Reikiavik (Islandia) GusGus.

Pero también siguió la fiesta en los otros dos espacios del recinto con el músico granadino Molina Molina entregando su pop al público del escenario Fest Galicia, y el espectáculo de Bflecha, Delaporte hasta largas horas de la madrugada en el escenario Mans Cultivando Música. EFE

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