Hakuoh Matsumoto

Agustín de GraciaTokio, (EFE).- Ha pasado medio siglo desde que Hakuoh Matsumoto comenzó a protagonizar en Japón el musical de Broadway “El Hombre de La Mancha”, y a sus 77 años sigue luchando con esta obra para destrenzar los sueños de la realidad.

«Como si fuera un sueño, ya han pasado 50 años desde el primer día que estrenamos la obra aquí», dijo hoy el actor en declaraciones a los periodistas a la entrada del Teatro Imperial de Tokio, poco antes de que pisara el escenario con una obra de sobra conocida.

El musical se estrenó en Japón en 1969, cinco años después que en Broadway, en tiempos en los que el protagonista utilizaba otro nombre artístico, Somegoro Ichikawa, un actor de una familia de artistas del kabuki o teatro tradicional de Japón.

Pasar con éxito desde el kabuki hasta el musical de Broadway no ha sido fácil, pero, citando una de las canciones de la obra, «tenemos que convertir la dificultad en valentía, y la tristeza en esperanza». «Creo que es mi trabajo como actor», añadió.

Porque a Hakuoh Matsumoto se le conoce en Japón más que nada por sus representaciones de kabuki, pero también por musicales como “El Hombre de La Mancha” o películas de cine o televisión.

«Yo empecé a aprender kabuki con 3 años», recuerda ahora, y ya cumplidos los 26 años comenzó a representar este musical en una labor que inclusive le llevó a los escenarios de Broadway.

«Es cierto que no ha sido fácil», reconoce, pero, en el fondo, como ha dicho en otras ocasiones, el “kabuki es básicamente una imitación”.

Ese poder de imitar le permitió representar en Broadway durante 60 días, en 1970, “El hombre de La Mancha”, en inglés, un idioma que no dominaba, pero un papel familiar para él porque comenzó a interpretarlo en 1969.

Tantas veces que, con la representación de hoy, el actor ha protagonizado 1.281 actuaciones de esta obra, y para el 19 de octubre llegará a 1.300.

Cuando le preguntan cuál sería su mayor sueño, sostiene que ha tenido muchos, pero precisamente uno de ellos ha sido un viaje a España que hizo en 2005, cuando, a sus 63 años, quiso conocer los lugares relacionados con El Quijote.

Y hoy recordó que cuando vio los molinos de viento de La Mancha sólo se le ocurrió decir: «¡Ah! El sueño de ahora es un sueño real. Hasta entonces, lo que soñaba es disfrutar de soñar, y no un sueño verdadero».

Pocos actores como Matsumoto pueden decir que llevan en la sangre esta carrera tanto como él. Es un arte que le viene de su tatarabuelo, de su bisabuelo, de sus abuelos, de su padre, y que incluso comparte con su hermano, con su hijo y hasta con su nieto.

Antes de traer de nuevo este espectáculo al Teatro Imperial de Tokio, Hakuoh Matsumoto lo ha llevado esta temporada a las ciudades de Osaka, Sendai y Nagoya.

El libreto de Dale Wasserman, con música de Mitch Leigh y letra de Joe Darion, convierte al protagonista en una transfiguración de Miguel de Cervantes, Alonso Quijano y Don Quijote, papeles que el actor nipón asume con una forma magistral.

El Teatro Imperial, en el barrio tokiota de Hibiya, estaba repleto esta noche, con una audiencia de todas las edades que siguió con devoción, entre otros momentos, su voz imponente al entonar el tema más famoso, «El sueño Imposible», que popularizó, entre otros, Frank Sinatra.

Hoy, Hakuoh Matsumoto, tataranieto, bisnieto, nieto, hijo, padre y abuelo de actores de kabuki, se despidió de sus admiradores en el Teatro Imperial de Tokio con veintidós reverencias de agradecimiento y cinco minutos de aplausos. EFE

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