Katmandú. Un 22,5 % de los trabajadores de Nepal perdieron sus empleos durante los cinco meses de confinamiento, entre marzo y julio, impuestos en el país para frenar la expansión del coronavirus, con el sector hostelero como uno de los más perjudicados, según el Banco Central.

«La industria de hoteles y restaurantes parece haber despedido a la mayoría de sus empleados durante el período de confinamiento debido a que las llegadas de turistas a Nepal se redujeron a casi cero», informó este viernes a Efe Gunakar Bhatta, portavoz del Banco Central nepalí.

El informe del supervisor bancario, publicado el jueves, señala que las empresas recortaron además un 18,2 % las nóminas de los trabajadores, con los hoteles y restaurantes a la vanguardia, seguidos por los empresarios del transporte y las instituciones educativas.

El estudio muestra que el 96,7 % de las empresas vieron caer sus transacciones comerciales o su producción en un 73,8 % en comparación con el periodo anterior a la pandemia.

Además, el 61 % de las empresas se vieron obligadas a cerrar por completo, lo que provocó un efecto nefasto en la economía al dejar sin trabajo a decenas de miles de personas e interrumpir la cadena de producción y suministro.

El golpe recibido por la economía del país asiático hundirá su crecimiento al 2,5 % este año, muy lejos del 8,5 % previsto antes de la crisis sanitaria, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Nepal.

Según esos datos, la peor parte se la llevará el sector turístico con una reducción del 60 % de sus ingresos este año y la pérdida de 400 millones de dólares en divisas, que también se verán reducidas, entre un 15 y un 20 por ciento las remesas enviadas por los inmigrantes nepalíes en el exterior.

«Cerrar hoteles y despedir empleados fue la mejor manera de protegernos», aseguró a Efe Binayak Shah, vicepresidente de la Asociación Hotelera de Nepal, quien agregó que el sector está al borde del colapso.

Mingma Sherpa, uno de los operadores de expediciones de montañismo más importantes del país, dijo que se vio obligado a enviar a casa a 800 guías y trabajadores de alta montaña porque sus ingresos se agotaron por completo y no tenía suficiente dinero para pagarlos.

«Los trabajadores despedidos viven en pueblos de montaña, muchos de ellos están haciendo actividades agrícolas. Sin embargo, se muestran optimistas de que el gobierno pronto abra el país a los turistas extranjeros para que puedan volver a sus trabajos», dijo Sherpa a Efe.

Pese a que el pasado 21 de julio el Gobierno levantó el confinamiento, las restricciones a la llegada de vuelos internacionales siguen impidiendo la llegada de turistas al país, haciendo peligrar la temporada otoñal de montañismo.

Hasta la fecha, el país ha registrado 24.957 casos positivos de la COVID-19 y 95 fallecidos.

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