Inés Escario

Zaragoza,  (EFE).- El confinamiento obliga estos días a que la música se quede en casa pero, con sus ingresos mermados, los artistas sacan fuerzas para animar en tiempos de crisis a través de las redes sociales y dar rienda suelta a su creatividad, componer y practicar.

«Hay una necesidad del artista de seguir haciendo arte y del público de evadirse de la realidad», reflexiona en una conversación telefónica con Efe el integrante de la charanga Artistas del Gremio, Miguel Ángel Laita, quien ensaya un rato cada día en su terraza ante un público vecinal que grita de vez en cuando: «¡Muchas gracias!».

El trompetista recuerda que no hace tanto, el 7 de marzo, «cuando el virus no parecía una amenaza», tocaron en Valencia. Una semana después los conciertos fueron prohibidos. De golpe, los seis «bolos» que les quedaban en marzo fueron cancelados, lo mismo que los de abril.

Pato Badián, cantante y profesora de canto, tampoco puede seguir con su actividad. Es «de público» y de «cuerpo a cuerpo», pero reconoce que si la situación se extiende en el tiempo tendrá que probar otros métodos para continuar con sus clases durante esta etapa que supondrá un «cambio de perspectiva incluso a nivel de comunicación».

Pequeñas variaciones que ya se están empezando a notar con el nacimiento de festivales «online» con artistas de toda España en sus carteles y que ofrecen conciertos a través de sus canales de Facebook o Instagram.

En uno de ellos, el Mantita Fest, participó este jueves el dúo TéCanela. Para Ariadna Rubio y Jano Fernández era su primer gran concierto en redes sociales y lo vivieron con unos nervios «distintos», ya que la habitual interacción con el público se sustituyó por emoticonos y mensajes de apoyo.

Y es que, como apunta por su parte el cantautor turolense Joaquín Carbonell, a pesar del drama que supone el coronavirus, el confinamiento se traduce en tiempo para poder reflexionar, descansar y leer: «Hace cincuenta años hubiera sido una catástrofe tremenda. ¿Qué haces encerrado en casa? Pero hoy en día, con las redes sociales e internet, es diferente».

También muy activos en el mundo virtual, el grupo Dadá está ya preparando un tema «especial» para dar ánimos en este periodo de confinamiento. Lo grabarán todos juntos pero cada uno desde su casa, cuenta el cantante y guitarrista Álvaro Mazarrasa.

Y con el objetivo de transmitir un mensaje de unión y esperanza en estos días de miedo e incertidumbre, el grupo de música a capella B Vocal ha difundido una canción que grabó en chino mandarín en su gira por el gigante asiático en diciembre.

«Nos hemos visto unidos en un problema global que empezó casualmente en China cuando nosotros estábamos allí y, ahora que estamos aquí, lo estamos viviendo de manera acuciante. Allí están luchando ahora por ayudarnos, entender de dónde surgió y buscar una solución», ilustra el miembro de B Vocal Augusto González.

Para grupos numerosos como La Ronda de Boltaña, tocar de forma telemática puede ser muy complicado. Pero el guitarrista Ignacio Pardinilla se muestra optimista: los días de reclusión se notarán para bien cuando se reúnan, ya que están dedicando mucho más tiempo al ensayo.

De hecho, también puede ser el momento de «reencontrarse con el instrumento», como le está sucediendo al guitarrista José Luis Arrazola: «Al final, en el día a día, solo coges el instrumento para currar, pero ahora llevo un rato tocando por placer».

Lo que sí que se ha modificado es el concepto del tiempo: «Antes había muchas prisas para terminar y ahora no las hay. Siempre trabajo a contrarreloj, pero ahora está todo como en ‘stand by'».

Y con paciencia, incluso los discos esperan. Al cantante y guitarrista Manuel de la Cueva la reclusión le ha obligado a retrasar la presentación de su nuevo álbum, «Delacueva».

Pero el zaragozano insiste en que hay que «adaptarse a todo» y lanzará estos días con su banda un nuevo sencillo, «Quisiera morderte», grabado con el grupo de cumbia Matafuego Club, y que no pensaban lanzar todavía.

Porque si algo permite el confinamiento es pararse a escuchar y descubrir nuevos ritmos. Así, el DJ zaragozano José Luis Navarro, Chelis, aprovecha para repasar su colección de música y preparar nuevo material para su regreso, en un momento incierto, cuando vuelvan las fiestas y la música salga a las calles. EFE

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